lunes, 5 de febrero de 2007


anoche me acecharon infinidad de miedos e incertidumbres y volvieron a abrazarme mis viejos fantasmas y una a una tuve las mismas pesadillas que me acompañan desde pequeño y que sé que nunca abandonaré. La cama lejana, el brazo gigante, el yo pequeño e indefenso, la caja de soledad, el desierto. La noche, la oscuridad, la soledad y mis fantasmas. Miedo a lo nuevo, como siempre. Todo llegará y lo que más noto es que te quiero, compañera, y mucho

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No estás solo en esta nueve etapa de tu vida. Sabes que te acompaño en todo momento, esta vez existe una distancia entre nosotros, pero continuo estando ahí, a tu lado, y seguiré estando por mucho tiempo más.

Entre los dos trataremos de soplar fuerte y alejar los miedos; las pesadillas las combatiremos con las armas del principito y de la princesa (un saco lleno de sonrisas).

Hicimos un trato y lo cumpliremos, seguro, compañero de vida.

Te voy a echar mucho de menos, te quiero.

nimue dijo...

los miedos son nuestras prisiones, dicen. Mejor ser libres...
suerte!

yo dijo...

princesa, parece que la barca no abandona el muelle

yo dijo...

nimue, no saps l'alegria que em dóna vore un comentari teu, moltíssima. M'encanta el teu blog, la teua forma d'escriure. He recomanat a totes les persones especials que conec que facen una visita al teu racó i totes s'han quedades penjades. Per a mi va ser un regal quan un amic (Rafa Baldoví) em va animar a llegir-te. Em senc privilegiat de escriure per a una persona amb tanta sensibilitat, però al mateix temps et done la benvinguda al meu terrat, on intentarem ser lliures.
Allò bo dels deserts és que quasi mai tenen límits

Anónimo dijo...

si la barca no sale del muelle hoy, saldrá tal vez mañana; mientras la disfrutaremos y la cuidaremos.