domingo, 10 de diciembre de 2006

murió



Murió de viejo y en la cama de su casa, rodeado de los suyos, con los sacramentos cumplidos, comulgado, confesado, en la paz de un dios que nunca hizo justicia. Si hubiera habido justicia, más de tres mil almas enrabietadas hubiean desmijado su conciencia y no podría haber sueño y paz para todos sus cuidados días. Si hubiera habido justicia cada una de las torturas las hubieras sentido en su cuerpo y tendría que haberse retorcido de dolor una y otra vez. Pero no existe la justicia, sólo para los pobres, para los indefensos.



Descanse en el cielo de oro de lo suyos, al lado de los que lo bendijeron. Malditos aquellos que humillaron nuestra conciencia, malditos aquellos que se rieron de nuestros sueños y arrastraron la carne y la sangre de lo s pueblos. Y murió de viejo y en la cama. Mierda



Un niño juega en una Alameda y cantara con sus amigos nuevos

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