Hay pasos, hay luces, hay momentos, hay magia. Hay tardes que dejan sabor. Había miradas, había sueños y había promesas que no se iban a cumplir. Había duendes en todas las esquinas, había estrellas, luna y sol.
Y yo esperaba que las nubes me dieran un guión con lo que quería decir, que hubiera un momento sin coches, sin ruidos, sin luces y sin palabras.
Te quería regalar una ciudad, con corazón, con alma, una ciudad viva, una ciudad tuya
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